Quemaduras solares: Prevención, consejos y tratamiento

Quemaduras solares: Prevención, consejos y tratamiento

Las quemaduras solares son una reacción aguda y visible que consiste en la inflamación de la piel por exposición excesiva a los rayos UVB. En general, suele aparecer a las pocas horas de habernos expuesto al sol un período prolongado de tiempo. En este artículo vamos a hablar de la prevención, tratamiento y consejos importantes para no tener quemaduras solares. También que hacer en caso de habernos quemado.

¿Cómo prevenir quemaduras solares? ☀️

▪️El sol es maravilloso, pero también puede dañar nuestra piel. Aquí tienes algunos consejos para protegerte adecuadamente:
1️⃣ Evita la exposición solar entre las 12 y las 16 horas, cuando los rayos UV son más intensos.
2️⃣ Utiliza siempre un fotoprotector con alto factor de protección (SPF 50+) y de amplio espectro para proteger tu piel de los rayos UVA y UVB.
3️⃣ ¡No olvides reaplicar el protector solar cada 2 horas y después de cada baño! La protección se va desgastando con el tiempo y el agua.
4️⃣ Complementa tu protección con medidas físicas: utiliza sombreros, gorras, ropa de manga larga y gafas de sol para resguardar tu piel y ojos del sol.
5️⃣ ¡No te olvides de hidratarte con frecuencia! Mantén tu piel y cuerpo hidratados para una mejor salud general.

▪️Recuerda seguir estos consejos para cuidar tu piel del sol y prevenir quemaduras. ¡Tu piel te lo agradecerá!

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Las quemaduras solares

A lo largo de nuestra vida, seguro que en más de una ocasión nos hemos quemado la piel por una exposición excesiva y prolongada al sol. Es muy importante que intentemos evitar este tipo de quemaduras en nuestro cuerpo, ya que la posibilidad de tener cáncer de piel aumenta de forma considerable. El riesgo de melanoma se duplica en la edad adulta, si hemos sufrido quemaduras solares en nuestra adolescencia. Por eso la prevención es nuestra mejor defensa para eludir problemas graves en nuestra piel. Aunque también es muy importante que sepamos que hacer en caso de sufrir esas dolorosas quemaduras solares en nuestro cuerpo.

Ya adelantamos que simplemente con ciertas medidas de cuidado personal podemos aliviar las quemaduras solares. Como por ejemplo la toma de determinados medicamentos y enfriar la piel. De todas maneras, es muy probable que pasen varios días antes de que las quemaduras desaparezcan de nuestra piel.

Prevención de quemaduras solares

Antes de comentar otros aspectos muy importantes de las quemaduras solares, creemos que el primer tema a desarrollar sería las medidas a tomar para prevenir la exposición de nuestra piel al sol.

Éste es esencial para la vida en la Tierra, exponer nuestra piel al sol tiene consecuencias muy perjudiciales. Por ello, es importante tomar medidas de prevención para evitar las quemaduras solares, incluso en días frescos, nublados o con neblina. La exposición al sol disminuye solo en un 20 % en días nublados, y su efecto es más intenso en altitudes elevadas o cuando estamos cerca del agua, nieve, concreto o arena, que reflejan los rayos solares.

Horarios y Lugares Seguros

Evita la exposición solar entre las 12:00 y las 16:00 horas, ya que durante este intervalo, los rayos del sol son más intensos. Si no puedes evitarlo, limita tu tiempo bajo el sol y busca sombra siempre que sea posible. Las camas solares y el bronceado directo aumentan el riesgo de quemaduras, incluso si usas bronceadores.

Protector Solar: Uso y Selección

El uso de protector solar es crucial para proteger tu piel. Se recomienda utilizar un bálsamo labial y un protector solar de amplio espectro y resistente al agua con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. Estos productos ofrecen protección contra los rayos ultravioleta A (UVA) y B (UVB), bloqueando alrededor del 97 % de los rayos UVB.

Asegúrate de aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exposición al sol y repetir la aplicación cada dos horas, o con mayor frecuencia si nadas o sudas. Si utilizas maquillaje, puedes optar por un polvo con FPS para no deshacer tu look.

Los protectores solares con bloqueadores físicos, como el óxido de titanio o el óxido de zinc, son ideales para pieles sensibles y se deben aplicar después de otros productos, salvo los repelentes de insectos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) indica que los protectores solares conservan su potencia original durante al menos tres años. Sin embargo, es importante desechar el protector solar si ha caducado o tiene más de tres años.

Protección para Niños y Bebés

La protección solar para los más pequeños es fundamental. Se deben proteger con sombreros de ala y ropa ligera que cubra los brazos y las piernas. Cuando la protección física no sea posible, debemos recurrir a protectores solares con un FPS de al menos 15. Siempre siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

Protección adicional

Evitar la exposición adicional al sol mientras nos recuperamos de las quemaduras solares y tomar otras medidas de protección solar. También debemos evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas, cuando los rayos UV son más intensos. Utilizar siempre un fotoprotector con alto factor de protección (SPF 50+) y de amplio espectro para proteger tu piel de los rayos UVA y UVB. Debemos complementar nuestra protección con medidas como: utilizar sombreros, gorras, ropa de manga larga y gafas de sol para resguardar nuestra piel y ojos del sol.

Medicamentos y Cosméticos Foto sensibilizantes

Algunos medicamentos de venta libre y recetados, así como ciertos cosméticos, incrementan la sensibilidad de la piel a la luz solar. Los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno, algunos antibióticos y los medicamentos para reducir el colesterol tienen este efecto. Los cosméticos que contienen alfahidroxiácidos también aumentan la sensibilidad al sol. Por tanto, siempre es conveniente consultar con tu farmacéutico o especialista, acerca de los posibles efectos secundarios de los medicamentos y productos cosméticos que utilizas.

Es importante que todas las personas usen protector solar o adopten otros hábitos de protección para la piel a fin de prevenir las quemaduras por el sol durante todo el año. Esto es particularmente importante cuando estás al aire libre, incluso si hace frío o está nublado.

Síntomas y causas de las quemaduras solares

Síntomas

Entre los síntomas más característicos que presentan las quemaduras solares podemos destacar los siguientes:

  • Pequeñas bolsitas llenas de líquido que pueden romperse con cierta facilidad.
  • Dolor de cabeza, fiebre, náuseas y fatiga, sobre todo si las quemaduras son severas.
  • Malestar en los ojos y una sensación de picor.
  • Inflamaciones cutáneas que tienen color rosado o rojo en piles blancas, más difíciles de apreciar en pieles más oscuras.
  • Sensación de que la piel no arde o que está muy caliente al tacto.

Cualquier zona del cuerpo es sensible a las quemaduras del sol. Sobre todo, lóbulos de la oreja, cuero cabelludo y labios. También las zonas cubiertas están expuestas a los rayos ultravioletas.

Normalmente la piel queda reparada al cabo de pocos días, mediante la la descamación de la capa superior. Aunque hay quemaduras que persisten, cualquier anomalía del color de nuestra piel desaparece con el paso del tiempo.

Hay una serie de casos en los que es necesario consultar al especialista. Como por ejemplo cuando presentamos ampollas en cara, manos o genitales, inflamaciones en las áreas afectadas, signos de infección y ampollas con pus. También es necesario recurrir al especialista cuando el dolor aumenta y cuando va acompañado de fuertes dolores de cabeza, dolor en los ojos, cambios en la visión, náuseas, fiebre o escalofríos.

Además es muy recomendable acudir a urgencias en casos de infección en la zona dañada, fiebres por encima de 39º, deshidratación y sensación de piel fría, mareos y desvanecimientos.

Causas

Ya hemos comentado que las quemaduras solares se producen por una exposición excesiva a la luz ultravioleta. Ésta procede directamente del sol o de fuentes artificiales como las lámparas o camas solares. La luz ultravioleta puede ser UVA o UVB. La luz ultravioleta daña las células de la piel. El sistema inmunitario reacciona y aumenta el flujo sanguíneo a las zonas afectadas, dando lugar a inflamaciones cutáneas o eritemas

La primera es la longitud de onda de la luz que puede penetrar hasta las capas profundas de piel y causar daño en la piel con el tiempo. La segunda, es la longitud de onda de la luz que penetra la piel de forma más superficial y causa quemaduras por el sol.

Reseñar que el sol provoca quemaduras en nuestra piel, incluso en días nublados o con frío. Las superficies como la nieve, la arena y el agua reflejan los rayos ultravioletas y también provocan quemaduras en la piel.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo de las quemaduras por el sol se incluyen los siguientes:

  • Tener piel blanca y cabello rojizo
  • Tener antecedentes de quemaduras por el sol
  • Vivir o hacer vacaciones en un lugar con sol, cálido o a gran altitud
  • Trabajar al aire libre
  • Nadar o rociarse la piel con agua o aceite para bebé, ya que la piel húmeda tiende a quemarse más que la piel seca
  • Combinar las actividades recreativas al aire libre con el consumo del alcohol.
  • Exponer con regularidad la piel sin protección a la luz ultravioleta del sol o de fuentes artificiales como camas solares
  • Tomar medicamentos que te hagan más vulnerable a las quemaduras (medicamentos foto sensibilizantes)

Envejecimiento de la piel y lesiones precancerosas

La exposición solar de forma prolongada y repetida no solo ocasiona quemaduras por el sol. Además aumenta el riesgo de sufrir otros daños en la piel y ciertas enfermedades. Entre las misma encontramos el envejecimiento prematuro de la piel (foto envejecimiento), lesiones precancerosas de la piel y cáncer de piel.

Algunas de las consecuencias del foto envejecimiento son las siguientes:

  • Debilitamiento del tejido conectivo, que reduce la resistencia y la elasticidad de la piel
  • Arrugas profundas
  • Piel seca y áspera
  • Venas finas y rojas en las mejillas, la nariz y las orejas
  • Pecas, principalmente en la cara y en los hombros
  • Manchas oscuras o decoloradas (máculas) en la cara, el dorso de las manos, los brazos, el pecho y la parte superior de la espalda (también llamadas lentigos solares)

Las lesiones cutáneas precancerosas en la piel consisten en manchas escamosas y ásperas en zonas que han sido dañadas por el sol. A menudo se encuentran en las zonas expuestas al sol de la cabeza, la cara, el cuello y las manos de las personas cuya piel se quema fácilmente con el sol. Estas manchas pueden transformarse en cáncer de piel. También se las denomina queratosis actínica y queratosis solar.

La exposición al sol y su relación con el cáncer de piel y las quemaduras

La salud de nuestra piel se ve afectada por varios factores, entre ellos, la excesiva exposición al sol. Aunque disfrutar de los rayos solares puede ser placentero y beneficioso para la salud en dosis moderadas, la sobreexposición y las quemaduras solares causan daños duraderos e incluso llegan a provocar cáncer de piel (melanoma).

El sol es un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer de piel, incluyendo el melanoma, la forma más grave. Los rayos ultravioleta del sol dañan el ADN de las células cutáneas. Hecho podría llevar a mutaciones y al desarrollo de cáncer. Las quemaduras solares durante la infancia y la adolescencia pueden aumentar el riesgo de melanomas en la vida adulta.

Las áreas del cuerpo más propensas al cáncer de piel son aquellas más expuestas a la luz solar, como el cuero cabelludo, rostro, labios, orejas, cuello, pecho, brazos, manos, piernas y la espalda. Los primeros indicios de cáncer de piel pueden ser un pequeño bulto, una llaga que sangra fácilmente, o cambios en un lunar existente. Por este motivo, si observamos algún cambio en la piel, es fundamental buscar la atención de un especialista.

Casos en los que se hace necesario la consulta con un especialista

  • Un nuevo crecimiento en la piel
  • Cambios inquietantes en la piel
  • Cambio en el aspecto o la textura de un lunar
  • Una llaga que no cicatriza
  • Daño ocular

Diagnóstico y tratamiento de las quemaduras solares

Las quemaduras solares se diagnostican generalmente mediante un examen físico y una revisión del historial de exposición al sol y de quemaduras anteriores. En algunos casos, se puede realizar una prueba de luz, en la que se exponen pequeñas áreas de piel a cantidades medidas de luz ultravioleta para ver si se produce una reacción.

El tratamiento de las quemaduras por el sol busca aliviar el dolor, la hinchazón y las molestias. Dependiendo de la gravedad de la quemadura, podemos usar cremas con corticoides o en casos más severos, podría ser necesaria la hospitalización.

Diagnóstico

El diagnóstico de las quemaduras por el sol generalmente incluye un examen físico. El especialista nos preguntará por los síntomas, los medicamentos actuales, la exposición a los rayos ultravioletas y el historial de quemaduras por el sol.

Si tenemos una quemadura por el sol o una reacción cutánea después de un breve período bajo el sol, el especialista podría sugerir una prueba de luz. Esta es una prueba en la cual se exponen pequeñas áreas de la piel a cantidades medidas de luz ultravioleta A (UVA) y luz ultravioleta B (UVB) para intentar replicar el problema. Si nuestra piel reacciona a la prueba de luz, se considera que somos sensibles a la luz solar (fotosensible).

Cuidado personal y Remedios Caseros

Cuidado personal

Son varias las medidas a tomar en nuestra casa para el alivio de las quemaduras solares:

  • Analgésicos de venta libre: Alivian el dolor y deben tomarse tan pronto como sea posible después de la exposición al sol. Por ejemplo tenemos el ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y acetaminofén (Tylenol y otros).
  • Refrescar la piel: Aplicar una toalla limpia humedecida con agua fresca sobre la piel afectada o toma baños de agua fresca con bicarbonato de sodio.
  • Hidratación: Aplicar cremas hidratantes, lociones o geles para aliviar el malestar, bebe más agua para prevenir la deshidratación y evita romper las ampollas, ya que pueden ayudar a que la piel se cure.
  • Cuidado de la piel descamada: Cuando la piel comienza a descamarse, debemos tratar de manejarla suavemente y continua hidratándola.
  • Medicamentos para la picazón: Los antihistamínicos ayudan a aliviar la picazón y las cremas medicinales calmantes como la hidrocortisona al 1% también alivian aliviar las quemaduras leves a moderadas.
  • Protección ocular: Aplicar una toalla limpia humedecida con agua fresca en los ojos y evitar el uso de lentes de contacto hasta que se hayan aliviado los síntomas oculares.

Evitar algunos productos, como aquellos que contienen «-caína» (como la benzocaína), llegan a irritar la piel o causar reacciones alérgicas, y se deben usar con precaución. También debemos evitar los productos que contengan alcohol.

Remedios caseros

Vinagre, aloe vera, pasta de dientes, leche, barro… son muchos los remedios caseros que hablan de posibles efectos beneficios en quemaduras solares. Veamos algunos de los más destacados:

  • Té verde: Su alto contenido en polifenoles hace que, aplicado en forma tópica, se reduzca el eritema, el número de células de quemadura y el daño del ADN, además de proteger a las células de Langerhans
  • Manzanilla: Empapar una compresa fría en una infusión de manzanilla tiene propiedades calmantes, astringentes y antibacterianas
  • Leche: Otro buen remedio casero por sus proteínas y por el ácido láctico que contiene. Ya que ayuda a calmar la inflamación y favorece la renovación de las células
  • Aloe Vera: Es antiinflamatorio, cicatrizante y emoliente y se podría usar en el tratamiento de quemaduras solares. Aunque debemos indicar que en ocasiones es peligroso ya que las plantas con frecuencia contienen sustancias que pueden ser irritantes o en algunas personas dar reacciones alérgicas.

Otros remedios caseros como la pasta de dientes, el barro o la mantequilla, no son recomendables.

Daño Ocular por Exposición al Sol

La exposición prolongada a los rayos ultravioleta no solo puede causar quemaduras en la piel, sino que también puede dañar los ojos. Principalmente las lesiones oculares se producen en la córnea y el cristalino, lo que puede provocar cataratas. La quemadura de la córnea por el sol, también conocida como «ceguera de la nieve«, es causada por la exposición al sol, la soldadura, las lámparas de bronceado y la exposición a lámparas de vapor de mercurio rotas. Los ojos quemados por el sol pueden doler o sentir como si tuviéramos arenilla.

Tratamiento de las quemaduras solares

Los tratamientos de las quemaduras por el sol no curan la piel, pero alivian el dolor, la hinchazón y las molestias. Si los cuidados caseros no ayudan o la quemadura por el sol es muy grave, el médico podría sugerirnos usar una crema recetada con corticoides. En el caso de quemaduras graves por el sol, el especialista podría llegar a ingresarnos en el hospital.

El sol es un factor esencial en nuestra vida diaria; nos proporciona luz y calor, promueve la producción de vitamina D y nos ofrece ese bronceado estival que tanto apreciamos. Sin embargo, también puede ser un enemigo si no se toma con la precaución necesaria, y uno de los peligros más inminentes y evidentes es la quemadura solar. La quemadura solar puede variar en gravedad dependiendo de múltiples factores y puede tener efectos duraderos en la piel.

Formación de la quemadura

La forma más suave de quemadura es el eritema solar, una afección que se presenta como una rojez típica que persiste durante varias horas después de la exposición al sol. Sin embargo, si la exposición solar se prolonga, la quemadura puede volverse más severa y dar lugar a la formación de ampollas.

Una quemadura solar generalmente se desarrolla después de 4-6 horas de exposición a la luz solar, alcanza su pico después de 12-24 horas y comienza a disminuir a partir de las 72 horas. La intensidad de la quemadura depende del tiempo y horario de exposición, el clima, la latitud, el espesor de la capa de ozono, el grado de pigmentación previa y el tipo de piel.

Signos de las quemaduras solares

El primer estadio de una quemadura solar se caracteriza por un intenso enrojecimiento de la piel, acompañado de hinchazón y sensación de calor. Posteriormente viene seguido de la aparición de vesículas y ampollas. Finalmente, se forman costras y, finalmente, se produce una descamación y curación de las lesiones.

Las quemaduras leves pueden resultar simplemente en eritema inflamatorio seguido de descamación y posterior pigmentación de la piel. Sin embargo, en casos más graves, donde se asocia una irradiación intensa con congestión por calor, aparecen síntomas de malestar general como fiebre, náuseas, vómitos, dolores de cabeza e incluso colapso circulatorio.

Es crucial recordar que aunque los síntomas pueden desaparecer en unos días, el daño a la piel permanece. Cada quemadura solar provoca un daño en el ADN de la célula cutánea afectada. Aunque estas células tienen la capacidad de reparar este daño, si las quemaduras se repiten en la misma zona, suele perderse este poder reparador, y con el tiempo, podría resultar en cáncer de piel.

Tratamiento con activos cosméticos

La fitoterapia ofrece múltiples extractos vegetales que se usan actualmente para fabricar cosméticos con propiedades calmantes. De esta manera podemos encontrar los siguientes productos:

  • Aloe Barbadensis: Tiene acción cicatrizante, antiinflamatoria, emoliente, hidratante y humectante. También tiene efecto fitoprotector y previene la inmunosupresión que produce la radiación ultravioleta.
  • Caléndula ofiicinalis: Favorece la cicatrización y estimula la angiogénesis del tejido dañado. Además, es emoliente y antiséptica.
  • Dexpantenol: Es hidratante, antiinflamatorio y cicatrizante.

Otros activos son urea, ácido láctico, óxido de zinc, aceite de silicona, hamamelis, aceite de almendra, lanolina, colecalciferol, retinol, cera de abeja, vaselina, bálsamo del Perú, etc.
También se les puede añadir otros activos como la manteca de karité, emolientes ricos en vitamina E, la caléndula, la rosa de mosqueta o el aceite de almendras.

2023-07-10T07:57:28+00:00
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